Un risotto para seis. Un risotto con nombre de circuito, que había oído mencionar en alguna ocasión entre bastidores (o entre boxes, más bien) en esas conversaciones en las que se recuerdan batallitaspasadas y entonces alguien interviene con una pregunta casi retórica: ¿Os acordáis del risotto Monza? La respuesta siempre unánime, ¡pues claro!, me despertó la curiosidad.
Así que localicé al artífice, Germán Pérez Pieschacón, ex-piloto, y le invité a desvelar los detalles de la receta en mi cocina. Entonces descubro que aparte de buen cocinero, dedica parte de su entusiasmo al arte digital, en el que plasma también su pasión por el automovilismo.
Este risotto, me cuenta Germán, fue bautizado así después de unas jornadas maratonianas en el circuito de Monza, inspirado por la cocina de la región y el cansancio sobrevenido a las exigencias de la competición. Es bien sencilla y más que resultona. Y no sólo lo dice él. Sólo hay que ver el pintón del emplatado.
Ingredientes:
Arroz Arborio, 500 gr
Chalotas, 1
Mantequilla con sal
Ajos, 1
Caldo de pollo 1,5 litros
Salchichas frescas, 6/8
Vino blanco, 100 ml
Aceite de oliva
Albahaca
Elaboración:
(en 8 pasos y menos de 20 minutos)
Primero se corta la chalota fina, y el ajo en láminas.
Añadimos en la olla una cucharada sopera de mantequilla.
Cuando empieza a derretirse, añadimos la chalota y el ajo para sofreír en la mantequilla.
En una sartén aparte se fríen con un poquito de aceite las salchichas frescas.
El caldo se coloca a temperatura.
Cuando están doradas la chalota y el ajo, se añade el arroz sin lavar previamente (esto es importante), y se remueve con suavidad para que se integre bien.
Enseguida añadimos el vino blanco y dejamos reducir.
En ese punto, añadimos un poco de caldo y removemos con cuidado. Y así sucesivamente, vamos añadiendo caldo poco a poco, y removemos.
Añadimos el caldo de las salchichas que tenemos reservadas en sartén aparte.
Más o menos unos 18/19 minutos de cocción a fuego medio y e voilà eccolo qui.
Montamos en el plato con los trozos de salchicha y la albahaca fresca, un poco de parmesano regianno por encima, unos grissini...
Germán Pérez Pieschacón
Nacido en 1979 en Santa Fe de Bogotá, Colombia, de padre español y madre colombiana, Germán ha crecido fascinado por ruedas y motores. Estudió diseño industrial y dedicó su tiempo al automovilismo. Es ex piloto de carreras. En karting compitió en la Copa del Mundo en Suzuka (Japón), y entre sus triunfos consiguió el título de subcampeón de España de Fórmula 3. Además de su trayectoria compitiendo, desde hace 20 años se ha dedicado a trabajar como instructor y jefe de equipo en todo tipo de carreras.
Fórmula 3
Pero además Germán es un gran aficionado a la cocina. De hecho llegó a tener durante unos años un restaurante en Madrid: Cincuenta&Cinco, en la calle Ortega y Gasset. Ahora prefiere dedicar su tiempo a cocinar en casa y a viajar, con su mujer Rosa, y sus hijas Cayetana y Victoria. Algo que combina con su vida laboral, siempre vinculada a los circuitos, y con otro de sus hobbies, que es pintar.
“Me encanta el automovilismo y me apasiona plasmarlo, los pilotos y las historias que hay detrás de cada uno de ellos. Yo solía pintar, pero a raíz del confinamiento cuando me quedé sin acrílicos fue definitivo y me lancé al mundo digital".
Senna
Fangio
“Winning Smile” con Paul Newman en el papel de Frank Capua en las 500 Millas de Indianapolis
Homenaje a Leopoldo Pérez de Villaamil Espuñes.
Homenaje a Steve McQueen en las 24 horas de Le Mans
Links:
Instagram de Germán