Este exactamente lo hice con carne de ternera y un montón de ingredientes, con la intención de sazonarla bien y llegar a un resultado de sabor muy intenso. Pero admite cualquier otro relleno. Podemos apostar por carnes más suaves, como la de pollo; aderezos más tradicionales, obviando especias como el curry o el comino; incluso podemos hacer algo más festivo si utilizamos pescados y marisco. En cualquier caso, y dependiendo del acompañamiento, es fácil convertir esta receta en un plato muy personal, perfecto para una celebración con invitados.
Es fácil de hacer y queda muy lucido. En el relleno está la oportunidad de darle a esta receta el estilo de cocina de cada uno, recuperar los aromas de la infancia, o innovar y experimentar con nuevas combinaciones de ingredientes. La masa brick asegura un envoltorio crujiente y ligero. Si el relleno es rico, el éxito está garantizado.
Ingredientes:
Carne picada de ternera
Tomate triturado
Laurel
Cebolla dulce
Cayena
Hinojo
Curry
Tomillo
Pimienta negra
Vino generoso
Ciruelas pasas picadas
Espinacas
Piñones
Sal
1 huevo batido para homogeneizar la mezcla
Clara de huevo para pintar la masa brick
Salsa de soja para acompañar
Preparación:
Son muchos ingredientes pero incluso buscando un resultado similar a este, muchos tienen fácil sustituto. La base de tomate me parece imprescindible por lo jugoso que resulta y el fondo natural y fresco que le aporta a la mezcla. También es clave que en la combinación tengamos un par de ingredientes que aporten el toque dulce, como en este caso el hinojo y las ciruelas pasas.
A partir de aquí todo dependerá de lo que queramos conseguir. El acierto está en las proporciones y el orden de aparición de los ingredientes. Me gusta empezar tostando un poco la cayena y el laurel. Enseguida pongo a pochar la cebolla, a la que cuando empieza a transparentar le agrego el tomate, el hinojo y al rato la carne picada. A medida que empieza a parecerse a una boloñesa, voy añadiendo curry, tomillo, el vino generoso, las ciruelas pasas, y al final, las espinacas y los piñones cuando ya se ha reducido un poco el agua de la verdura.
Para que ligue mejor el relleno, ya con la carne a punto para comer, añado un huevo batido y doy vueltas a la mezcla para que cuaje aprovechando el calor residual.
Lo ideal es que repose un poco y se enfríe, antes de empezar a repartir entre las masas para hacer canelones. El enrollado es cuestión de habilidad y práctica, sin muchos misterios; idealmente, que tengamos cortadas las masas con la longitud necesaria para hacer enrollados de dos vueltas. Una vez colocados en la bandeja del horno y mientras éste se precalienta a 200 grados, unto los canelones con clara de huevo (se puede hacer con mantequilla, pero le añade un punto graso que me parece innecesario). Cuando todo está a punto, al horno entre 5 y 7 minutos, según lo rápido que dore. Le pongo calor arriba y abajo, y en todo caso antes de cumplir el tiempo total le añado un poco de ventilación superior.
Listo para servir. En esta ocasión, por darle un cierto aire oriental, le puse salsa de soja para mojar al gusto. En todo caso, recomiendo un uso discreto porque el canelón ya es muy sabroso y la soja puede eclipsar con mucha facilidad los contrastes dulces añadiendo un exceso de sal y por ende de intensidad, que nos fastidie el invento.
¡Que aproveche!
El video:
