Es una propuesta muy fresca y equilibrada en sabores, y se prepara muy rápido, así que es una buena opción para improvisar. Es fundamental que el tomate sepa a tomate y que el aguacate esté en su punto, porque en este tartar de tres capas la mezcla del guacamole con el tomate semi-triturado es definitiva ¡Sí: hay una variante más elaborada! (luego os hablo de ella).
Ingredientes por capas:
Aguacate maduro
Cebolleta de verano
Ajo
Cilantro
Lima (o limón)
Pimienta negra molida
Tomate
Albahaca fresca
Cangrejo (palitos de surimi)
Huevo
Aceite
Lima
Sal
Semillas de lino
Picos o regañás
Preparación:
La preparación es muy sencilla. Nos harán falta moldes redondos para montar y emplatar este tartar tan fresco.
Para la primera capa preparamos una base guacamole al gusto, más o menos intenso en cilantro y ajo, pero con cuidado de no pasarnos si queremos que conviva bien con la albahaca y el tomate de la siguiente capa. El guacamole se prepara picando bien la cebolleta (también podemos utilizar chalota), el ajo micronizado, el cilantro también, y todo mezclado con el aguacate machacado con un tenedor. Vamos añadiendo a la mezcla el zumo de lima o limón, y le ponemos una pizca de sal y un poco de pimienta negra molida.
A la base de guacamole le acompañará una capa de tomate bien micronizado, idealmente con cuchillo, para que suelte un poco de jugo. Le añadimos un poco de albahaca fresca y un toque de sal.
Para la tercera capa preparo una mayonesa muy suave (generosa en la cantidad de aceite), que mezclo con los palitos de cangrejo triturados. Esta mezcla será la capa superior, más finas que las anteriores, con la misión de dar el remate fresco y cremoso al tartar.
Con el molde redondo sobre el plato, coloco cada capa, retiro el molde y espolvoreo semillas de lino por encima. Le va perfecto si lo servimos con picos o regañás. Para el que lo prefiera, por supuesto con nachos también funciona bien.
Y listo para comer.
Una versión del tartar más sofisticada
Para los amantes de los huevos con ganas de hacer alguna virguería, recomiendo coronar el tartar con un revuelto y unas perlas de aceite de trufa. De acompañamiento, un puñado de de lentejas frías. Por ejemplo, para cenar como plato único, más que suficiente.
¡Que aproveche!
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