top of page
  • Foto del escritorLa cocina de Bárbara

Buñuelos de canela y limón

Se prepara muy rápido, de principio a fin lleva unos 20 o 25 minutos para esta cantidad. Lo más entretenido es montar la clara, si lo hacemos a mano, y el rato de pasarlos por la sartén para freírlos en tandas. Por lo demás, esta receta no tiene ninguna complicación. Conseguir un interior esponjoso y una superficie crujiente está garantizado.


Es una receta muy fácil y, sin pretenderlo, estos buñuelos tienen un aire a las torrijas, tanto en sabor como en textura. En casa de mis padres nunca faltaban las torrijas caseras que preparaba mi madre, y yo con ella. Eran rústicas y espectaculares: preparadas con rebanadas de hogaza de pan de León nos salían torrijas enormes. Y se terminaban rápido.



Ingredientes:


  • 100 gr. de harina de trigo (si es de repostería perfecto, pero no es imprescindible)

  • 1 huevo

  • 1 cucharada de azúcar para la yema (admite dos tranquilamente, pero no me gusta muy dulce)

  • 1 cucharada de azúcar para montar la clara

  • 1 cucharada de aceite de girasol

  • Ralladura de limón

  • Leche

  • 1 sobre de gasificante

  • Canela en polvo

  • Azúcar glaseado


  • Aceite de girasol para freír



Preparación:


Como digo, la preparación es muy sencilla. Se trata de seguir el orden en la incorporación de los ingredientes, más o menos. Lo fundamental, empezar por la yema mezclada con el azúcar, y terminar por añadir con cierta delicadeza la clara montada a la mezcla preparada. La clara la monto a mano con una cucharada de azúcar, que ayuda a que sea más rápido. El otro día escuchaba que también funciona con un poco de sal, pero no he probado nunca y desconozco si efectivamente facilita el proceso de montado a punto de nieve. Monte nevado le llamaba mi madre.


Importante batir bien los ingredientes, con energía. Se trata de emulsionar la mezcla, que con la ayuda del gasificante dará ese resultado esponjoso en el interior. En cuanto a la viscosidad, algo líquido, pero no demasiado, parecido a la mezcla para hacer tortitas, por ejemplo.


Por último, aceite bien caliente (yo utilizo de girasol para que no marque el sabor), y vamos echando la mezcla con cuchara, como si hiciéramos montoncitos, pero sin obsesionarnos con las formas. Enseguida se empiezan a hinchar, y una vuelta para terminar de dorarlos. De la sartén directos a una bandeja con papel de cocina, para que escurran el exceso de aceite.


Espolvoreo azúcar glaseado por encima y canela, al gusto.


Listos para comer.


¡Que aproveche!






86 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page